sábado, 11 de enero de 2014

El Hombre Que Queria Ser Mujer


El Hombre Que Queria Ser Mujer

Un hombre estaba harto de tener 
que ir a trabajar todos los días y que 
su esposa se pudiera quedar en casa.
Quería que ella viera por lo que él 
pasaba todos los días, así que 
rezó:"Señor: Yo voy a trabajar 
cada día, durante 8 horas mientras 
mi esposa se queda en la casa 
tranquilamente.
Quiero que ella sepa por lo que tengo 
que pasar todos los días, entonces 
permíteme cambiar de cuerpo 
con ella por un día... Amén

Dios, en su infinita sabiduría le 
concedió el deseo al hombre.

A la mañana siguiente, se despertó 
como mujer.Se levantó, 
hizo el desayuno para su cónyuge, 
despertó a los niños, sacó su ropa para 
ir al colegio, les dió desayuno, 
empacó los almuerzos, los llevó 
al colegio, volvió a casa, recogió 
la ropa para la lavandería y la llevó.
En el camino paró en el banco a hacer 
un retiro y fué al supermercado 
a comprar víveres.Entonces regresó 
a casa, guardó los víveres, hizo 
los cheques para pagar las cuentas 
y cuadró la cuenta del banco.
Limpió la caja del gato y bañó al perro.
Para entonces ya era la 1 P.M. y corrió 
a hacer las camas, puso la ropa sucia en 
la lavadora, sacudió, aspiró, lavó 
el baño, barrió y limpió el piso de la cocina.
Salió corriendo a recoger a sus hijos al colegio, 
y tuvo una discusión con ellos de vuelta a casa.
Sacó leche y galletas para los niños y 
los organizó para que hicieran las tareas.
Puso la tabla de planchar y se puso a 
planchar mientras veía televisión.
A las 4:30 empezó a pelar papas, 
lavar las verduras para la ensalada, 
adobó la carne, y puso el arroz a cocinar.
Cuando su cónyuge llegó preguntando 
por la comida, ésta ya estaba lista y servida.
Después de comida, limpió la cocina, 
lavó los platos sucios,sacó la ropa de 
la lavadora y la puso a secar.
Bañó a los niños y los acostó.
A las 9 P.M. estaba exhausto 
aunque no había terminado todavía 
sus quehaceres, se fué a la cama donde 
estaban esperándolo para hacer el amor, 
lo cual logró hacer sin quejarse.
A la mañana siguiente 
se despertó e inmediatamente 
se arrodilló al lado de la cama y dijo, 

"Señor, yo no sé qué estaba pensando.
Estaba muy equivocado al envidiar 
a mi esposa por poder quedarse 
en casa todo el día.
"Por favor Señor, por favor, vuélvenos a cambiar".
El Señor, en su infinita sabiduría, contestó:

"Hijo mío, creo que has aprendido la lección 
y será un placer para mí volver las cosas
como estaban antes.
Sin embargo, vas a tener que esperar nueve meses. 
Anoche quedaste embarazado".

4 comentarios:

Anuncios relacionados