Un borrach0 que iba con su perra, y al ver un bar decide dejarla atada a un árbol y entrar a beber algo más. En eso iba pasando un policía, y como la perrita estaba en celo, había muchos perros machos alrededor suyo. El policía decide entrar al bar y pregunta: -¿De quién es la perra del árbol? El borrach0 contesta: ¡Es mía! El policía le dice: -Su perra esta en celo. -¡No puede ser, si yo no le he dado motivos!, contesta el hombre. Dice el policía: -No señor, quiero decir que su perra esta alzada -¡Pero no puede ser, si yo la deje en el piso! -Señor,lo que le digo es que su perra está caliente. Y el borracho dice: -¿Pero si yo la deje en la sombra? El policía enfadado le grita: -¡Que su perra quiere tener relaciones sexual3s! Y el borracho le contesta: -Pues venga hijo,¡yo siempre quise tener un perro policía!.
Una mujer cansada de que su marido llegue borrach8 se disfraza de diablo. Apenas llega a casa su marido, la mujer disfrazada de diablo se le lanza encima y con voz espantosa le dice: -He venido a llevarte conmigo Y el borracho le contesta -Que más da, si hace más de veinte años que vivo con tu hermana
Esto es un borracho que va por la calle pegándose con todas las farolas y lleno de chichones, se para y le dice a un hombre: -Oiga buen hombre ¿Cuántos chichones tengo en la cabeza? Y el hombre le dice "cinco", a lo que responde el borracho: -¡bien! ya solo me faltan tres farolas para llegar a mi casa.
LA CARTA DE LA ABUELA Querido nieto: El otro día tuve una experiencia religiosa muy buena, que quería compartir contigo. Fui a una librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía "TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS". Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos coches. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando en el Señor y como El es bueno. No me di cuenta que el semáforo se había puesto verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas. La persona que estaba detrás de mí auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y me gritaba: VENGAA, POR EL AMOR DE DIOS. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla. Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano. Le pregunté a uno de mis nietos, que estaba conmigo, que quería decir ese saludo. Me contestó que era un saludo Hawaiano de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera. Mi nieto se partía de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo. Dos hombres de un coche cercano, se bajaron y comenzaron a caminar hacia el mío, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy pero, en ese momento fue que el semáforo se puso en verde. Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo Luego de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío,ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé, los saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui. Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres. Besos. Tu abuela.