Dos ancianos se encuentran hablando sobre el envejecimiento:
─Mira, la peor parte de la vejez se la llevan nuestras
mujeres, además, ellas siempre se negarán a admitir
que envejecen más rápido y tratan, por cualquier medio,
de esconder sus achaques.
─¿Sabes que si? Tienes toda la razón.Dijo el otro viejito
─Te cuento: he encontrado un buen truco para hacerles ver
sus discapacidades por medio de un jueguito. Si
saber si tu mujer se está empezando a quedar sorda,
colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta.
Cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros.
Después a 2 metros y luego a 1 metro. Ya no le quedará
a ella más remedio que darse cuenta que está sorda.
El viejito encuentra que la idea es como buena y
cuando llega a casa se coloca a 10 metros de su señora
y pregunta, levantando la voz:
─Cariño ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta. Entonces se acerca a 5 metros
y le pregunta de nuevo:
─Cariño ¿qué hay de cena...?
No recibe respuesta, por lo que decide acercarse a 2 metros:
─Mi amor ¿qué vamos a cenar...?
Nada de nada. Se acerca a 1 metro de ella:
─Mi vida ¿qué vamos a cenar?
Y la viejitaa enfadada le contesta gritando:
─¡Viejo idiota, soooordo, te he dicho ya 4 veces
que pollo con papas fritas!
En el confesionario
-(voz femenina) Padre, perdóneme porque he pecado.
-Dime, hija, cuáles son tus pecados?
-Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí,
pobre pecadora.
-Cómo es éso, hija?
-Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en
el cuerpo que no sé como describirlas.
-Hija, por favor, que también soy un hombre.
-Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted.
-Bueno hija, y cómo son esas sensaciones?
-No sé cómo explicarlas, por ejemplo, ahora mi cuerpo se
rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda.
-En serio?
-Sí, quiero relajarme y quedarme tendida.
-Hija, tendida cómo?
- De espaldas al piso, hasta que se me pase la tensión.
-Y qué más?
-Es como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo.
-Y qué más?
-Como que espero un poco de calor que me alivie.
-Calor?
-Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer.
-Y qué tan frecuente es esa tentación?
-Permanente, padre, por ejemplo, ahora me imagino que
sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio.
-Hija!
-Sí, padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerteme estruje
entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
-Por ejemplo yo?
-Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino
me puede aliviar.
-Perdóname, hija mía, pero necesito saber tu edad.
-Setenta y cuatro padre.
-Hija, ve en paz, que lo tuyo es reumatismo.
Un viejito se casó con una joven. Después de un año, la lleva al hospital para dar a luz.
-¿Bueno, usted puede?,sorprendido le pregunta el médico.
-El motor todavía funciona,orgulloso responde el viejo.
Una año despues, se la lleva al hospital para dar
a luz por segunda vez.
-¿Pero usted todavía puede? pregunta el médico asombrado
-El motor todavía funciona, aún con orgullo dice el abuelo.
Unas horas más tarde, el médico sale de la sala de partos,
y con una sonrisa de satisfacción le dice:
-¡Bueno, abuelo, es necesario qué cambia el aceite,
Nació negro!
Una viejita estaba caminando por la calle, arrastrando dos
grandes bolsas plásticas de basura, una en cada mano.
Una de las bolsas tenia un hueco y de vez en cuando
un billete de 20 euros salía de la bolsa y caía en la vereda.
Viendo esto, un policía la para y le dice:
-Señora, hay billetes de 20 euros saliéndose de esa bolsa.
-Caramba dice la viejita, tengo que volverme para recoger
los billetes, gracias por avisarme".
-Un momentito, dice el policía, no tan rápido.
¿De dónde sacó usted todo ese dinero? ¿lo ha robado?
-Oh no, dice la viejita, el terreno de atrás de mi casa,
da para el estacionamiento del estadio de fútbol,
y cada vez que hay un partido y los hinchas quieren orinar,
antes de entrar o salir del estadio, ellos se paran enfrente
de los arbustos que dan para mi casa,
y orinan en mis flores que acabo de sembrar.
Entonces, yo me pongo detrás de
los arbustos con unas tijeras bien grandes, y cada vez
que alguien se pone en los arbustos para orinar, yo le digo:
¡dame 20 euros o te la corto!
Dice el policía:
-¡Oiga no está mala la idea,buena suerte
Y dígame, ¿ qué hay en la otra bolsa?
-Bueno, dice la viejita,¡No todos pagan!
grandes bolsas plásticas de basura, una en cada mano.
Una de las bolsas tenia un hueco y de vez en cuando
un billete de 20 euros salía de la bolsa y caía en la vereda.
Viendo esto, un policía la para y le dice:
-Señora, hay billetes de 20 euros saliéndose de esa bolsa.
-Caramba dice la viejita, tengo que volverme para recoger
los billetes, gracias por avisarme".
-Un momentito, dice el policía, no tan rápido.
¿De dónde sacó usted todo ese dinero? ¿lo ha robado?
-Oh no, dice la viejita, el terreno de atrás de mi casa,
da para el estacionamiento del estadio de fútbol,
y cada vez que hay un partido y los hinchas quieren orinar,
antes de entrar o salir del estadio, ellos se paran enfrente
de los arbustos que dan para mi casa,
y orinan en mis flores que acabo de sembrar.
Entonces, yo me pongo detrás de
los arbustos con unas tijeras bien grandes, y cada vez
que alguien se pone en los arbustos para orinar, yo le digo:
¡dame 20 euros o te la corto!
Dice el policía:
-¡Oiga no está mala la idea,buena suerte
Y dígame, ¿ qué hay en la otra bolsa?
-Bueno, dice la viejita,¡No todos pagan!
Después de medio siglo de matrimonio, ella muere,
y al poco tiempo después él también va al cielo...
En el cielo, él encuentra a la mujery corre
hacía ella y le dice:
-¡Queriiidaaaa!,¡Que bueno encontrarte!
Y ella responde:
-¡No me vengas con tonterias! El trato fue:
"HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE"
Buenisimos!!!!
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